Una manta térmica es un textil agrícola utilizado para proteger los cultivos de las heladas, los vientos fríos y la escarcha. Están fabricadas con fibras de polipropileno, un material biodegradable, ligero y muy resistente.
Las mantas térmicas protegen los cultivos del frío y evitan los cambios bruscos de temperatura. Crean un microclima entre la tierra y la manta que favorece el crecimiento de las plantas. Con su colocación se consigue mantener y aumentar la temperatura interior entre 3 y 4 grados.